Comentario
Cómo se aparece el diablo
Hablaba el diablo con los sacerdotes, con los señores y con otros, pero no a todos. Ofrecían cuanto tenían al que se le aparecía; se les aparecía de mil maneras, y finalmente, conversaba con todos ellos muy a menudo y muy familiar, y los bobos tenían a mucho que los dioses conversasen con los hombres; y como no sabían que fuesen demonios, y oían de su boca muchas cosas antes de que aconteciesen, creían cuanto les decían; y como él se lo mandaba, le sacrificaban tantos hombres, y le llevaban pintado consigo de tal figura cual se les mostró la primera vez; le pintaban en las puertas, en los bancos y en cada parte de la casa; y como se les aparecía de mil trajes y formas, así lo pintaban de infinitas maneras, y algunas tan feas y espantosas, que se asombraban nuestros españoles; pero ellos no lo tenían por feo. Creyendo, pues, estos indios al diablo, habían llegado a la cumbre de la crueldad, bajo el pretexto de religiosos y devotos; y lo eran tanto, que antes de comenzar a comer, tomaban un poquito, y lo ofrecían a la tierra o al Sol; de lo que bebían, derramaban alguna gota para dios, como quien hace salva; si cogían grano, fruta o rosas, le quitaban alguna hojuela antes de olerla, para ofrenda; el que no guardaba estas y semejantes cosillas, no tenía a dios en su corazón, y como ellos dicen, era mal criado con los dioses.